Un llamado a dejar el mundo antiguo con un acto consciente
En todas partes, la gente denuncia.
Dicen que el mundo va mal.
Que ya no hay respeto. Ni verdad. Ni conciencia.
Hablan de contaminación, de corrupción, de manipulaciones,
de relaciones desnaturalizadas, de gobiernos desconectados de la realidad.
Ellos denuncian.
Y tienen razón.
¿Pero después?
Después de la ira, la ironía, los debates…
¿qué queda aparte de la impotencia?
A fuerza de quejarse, muchos terminan creyendo
que no hay nada más que hacer que sobrevivir en un sistema averiado.
Y sin embargo…
Hoy existe un camino sencillo.
Una alternativa no violenta.
Una posibilidad de levantarse sin oponerse.
De crear sin destruir.
De construir sin combatir.
Este camino se llama Sageocracia.
No como una bandera.
No como una doctrina.
Sino como una frecuencia.
Una manera de decir:
« He visto lo que ya no funciona.
Elijo otra cosa.
En conciencia. En conexión. »
Esta elección no exige ni revolución ni sacrificio.
Solo pide dejar de alimentar el viejo mundo,
y dar un paso sencillo,
para ser parte de la solución,
en lugar de comentar el problema.
No es una huida.
Es un gesto de coherencia.
Elegir otra cosa, ahora
es dejar de esperar que lo exterior cambie,
es reconocer que el futuro llega a través de la vibración interior.
Este mundo no cambiará cuando todos estén de acuerdo.
Cambiará cuando suficientes conciencias elijan vibrar de otra manera.
Como lo explora este artículo fundador,
un solo país podría transformarse,
si el 50 % de los Seres en resonancia eligieran simplemente encarnar una nueva frecuencia.
Esta elección está al alcance de la mano.
Libre, silenciosa, poderosa.
Y comienza…
ahora.
Firmado: Voz de la Sageocracia