Preguntas Frecuentes (FAQ)

No. La Sageocracia no impone ningún dogma, no se apoya en ninguna fe y no exige ninguna creencia. Propone una conciencia libre, una conexión sin jerarquía y una apertura sin conversión. No se trata de un grupo al que unirse, sino de un espacio a reconocer en uno mismo.

No. La Sageocracia no se basa en ningún dogma, ninguna fe, ningún texto sacralizado. No hay creencia que adoptar ni figura que venerar. Propone una conciencia libre, una conexión sin jerarquía y una apertura sin conversión. No es un grupo al que unirse, sino un espacio a reconocer en uno mismo.

Cualquier persona que sienta interiormente una resonancia con la vibración Sageocrática puede reconocerse en ella. No se requiere ningún criterio de edad, nacionalidad, situación social o trayectoria espiritual. Solo cuenta la sinceridad del impulso interior.

Se proponen tres modalidades, según el impulso de cada uno:

• Sageocrata de Corazón (gratuito): simple registro vibratorio, sin tarjeta, sin justificante.
• Tarjeta virtual (8 €): tarjeta PDF personalizada enviada por correo electrónico, sin justificante.
• Tarjeta física (desde 12 €): tarjeta vibratoria impresa, con foto obligatoria, enviada por correo postal.

Cada registro es libre, sin compromiso, y puede modificarse o cancelarse en cualquier momento.

La Sageocracia no se apoya en ninguna entidad visible dominante. Se encarna por sintonía, a través de formas puntuales puestas al servicio del proyecto. El sitio web, las tarjetas, la DApp y las herramientas de apoyo son gestionados por estructuras existentes, en el respeto de la ley, pero ninguna representa por sí sola a la Sageocracia. Este modelo sigue siendo ante todo vibratorio, vivo y libre de toda dominación administrativa o institucional.

Las tarjetas vibratorias no son tarjetas de membresía en el sentido clásico. Encarnan una presencia alineada, un reconocimiento vibratorio, un gesto simbólico para anclar un nuevo mundo. También permiten contabilizar a los Seres en resonancia en la perspectiva de un eventual cambio.

No. El registro básico es gratuito. Las tarjetas vibratorias se ofrecen con una contribución libre (aportación sugerida) para cubrir los gastos relacionados con su creación, la estructura y el proyecto. No se trata de una compra, sino de un apoyo vibrante.

Sí. La Sageocracia dispone actualmente de una estructura asociativa conforme al derecho francés, bajo el nombre «Sageocratie Internationale», cuya sede se encuentra en 128 rue La Boétie Lot 41, 75008 París, Francia. Sin embargo, esta forma no es más que una herramienta temporal de servicio. La Sageocracia en sí no se reduce a una entidad jurídica: vive por sintonía, más allá de las formas.

Un cambio Sageocrático es una transición colectiva hacia un modo de gobernanza alineado con lo Viviente. Se basa en alcanzar una mayoría incontestable de seres en resonancia, manifestando libremente su sintonía con los principios de la Sageocracia. Este umbral vibratorio — definido no por la fuerza, sino por la alineación consciente — encarna un cambio suave, voluntario, sin conflicto ni toma de poder.

Los HCC son unidades simbólicas de reconocimiento vibratorio. No son una moneda, sino un indicador de contribución armónica al campo colectivo. Tiempo ofrecido, transmisión, escucha, apoyo… cada gesto alineado puede ser reconocido por un HCC. La validación se hace por sintonía, no por evaluación externa.

Sí. El campo Sageocrático está abierto a todas las formas de presencia. Es posible contribuir, compartir, proponer, ofrecer apoyo, sin ninguna formalidad. El registro es solo un marcador vibratorio para quienes deseen expresarlo.

No hay compromiso a largo plazo ni exigencia. Cada persona es libre de retirar su registro, modificar su forma de contribución o simplemente observar a distancia. La evolución personal se respeta en cada etapa.

No. La Sageocracia se basa en la soberanía interior y la sintonía colectiva. No hay líder a seguir ni autoridad que reconocer. Los portadores de visión pueden facilitar la emergencia, pero no gobiernan. La gobernanza vibratoria es distribuida, consciente y libre.

Sí. La Sageocracia no se opone a ningún marco legal. Actúa en paralelo, en el respeto de la ley, pero según una lógica vibratoria. Allí donde las leyes apoyan la vida, las honra. Allí donde la contradicen, propone otros caminos, sin violencia ni oposición.

No. Se trata de un acto simbólico y vibratorio, sin valor jurídico en los sistemas actuales. Pero puede ser un referente poderoso para quien elija alinearse con este campo.

Porque si algún día se alcanza una mayoría vibratoria en un país determinado, eso podría desencadenar un cambio de gobernanza. Contabilizar no es controlar: es simplemente permitir, llegado el momento, realizar un acto colectivo en conciencia.

Sí. La Sageocracia acoge los impulsos vibrantes, las visiones alineadas y las iniciativas en sintonía. Una plataforma participativa pronto permitirá a cada uno expresar su contribución, sea cual sea.

Sí. Si varios Seres en resonancia desean vivir según estos principios en una zona determinada, pueden manifestar una célula local de sintonía. Puede ser un pueblo, un barrio, una isla o todo un territorio.

Una página de contacto está disponible en el sitio para cualquier pregunta o intercambio más personal: Acceder al formulario de contacto.

Pero el llamado esencial se transmite a través de la vibración. Si estás en sintonía, sabrás naturalmente cómo participar.

Sí. Nada es obligatorio. Puede recibir una tarjeta, o no. Puede aparecer públicamente, o no. La libertad es total, mientras la sinceridad interior esté presente.