¿Es la Sageocracia una religión?

Una respuesta clara para disipar los malentendidos

La pregunta surge a menudo.
Y es legítimo: en cuanto un proyecto habla de conciencia, de conexión o de armonía, algunos lo ven espontáneamente como una forma espiritual organizada.
Pero la Sageocracia no es una religión. No tiene ni los fundamentos ni los objetivos de una.

Ninguna fe, ningún dogma, ninguna autoridad

La Sageocracia no se basa en ninguna creencia.
No propone doctrina, ni ritual, ni sistema impuesto.
No coloca a nadie en el centro.
Ninguna autoridad espiritual, ninguna jerarquía, ningún clero.

Una frecuencia, no una fe

What connects the Sageocrats is an inner resonance.
A vibration, a syntony, an intimate recognition.
Not a shared faith. Not an imposed truth.
An impulse that arises from within, not from adherence to an external word.

Una sociedad fundada en la conciencia

La Sageocracia es una propuesta de sociedad.
Se encarna en el mundo, en las estructuras, en la materia.
Se basa en la soberanía interior, la escucha sutil y la inteligencia colectiva.
Es una respuesta social, vibratoria y consciente.
No es un movimiento religioso, ni una búsqueda mística.

Otra forma de conexión

Donde las religiones suelen buscar la conexión con un dios, una verdad o un texto sagrado,
la Sageocracia invita a conectarse con la Vida, con la Sintonía de lo Vivo,
en una escucha libre, una co-creación consciente y una conexión no jerárquica.

Sin conversión, sin exclusión

No se llega a ser Sageocrate por conversión.
Se llega porque se siente.
No se exige fe, no se exige pertenencia.
Cada uno permanece libre. Y cada uno es acogido.

Una apertura, no una separación

La Sageocracia no se opone a nada.
No rechaza ningún camino.
No está en contra de las religiones. Es simplemente otra cosa.

No puede ser convertida. Es una respuesta vibratoria.
No pide que se crea en ella. Invita a sentir.
Y a ver si hace vibrar algo en uno mismo.

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