Diario de un mundo en gestación
Hay momentos en que la acción se desvanece.
Cuando el mundo parece suspendido, sin movimiento aparente.
Pero bajo la superficie… todo se prepara.
Lo que sentimos hoy aún no es visible.
Son corrientes sutiles, nuevas resonancias,
frecuencias que se armonizan suavemente entre los seres.
Circulan palabras: alineación, equilibrio, verdad.
Los silencios se vuelven elocuentes.
Surgen impulsos sin causa externa.
Aquí o allá, sin ponerse de acuerdo, las personas sienten lo mismo:
Algo viene. Algo cambia.
Pero nada apremia. Todo se entreteje.
Este diario no es un manifiesto.
Es un testigo de lo que se ancla en lo invisible.
De lo que asciende suavemente en frecuencia,
como una savia, como una gestación cósmica.
No tenemos nada que imponer.
Solo tenemos que sentir.
Y honrar lo que percibimos — incluso sin pruebas, incluso sin nombre.
Firmado: Voz de la Sageocracia